Ir al contenido principal

1982 (Sergio Olguín, 2017)















El protagonista es Pedro, un conflictuado estudiante de letras que no sabe qué hacer con su vida mientras los compañeros de su generación están luchando en Malvinas. Vive con su padre, Augusto -un militar que será enviado al frente de combate-, Fátima, su madrastra diez años mayor que él, y su media hermana de unos tres años. Cuando Augusto parta hacia la guerra, se despertará una pasión entre Pedro y Fátima que se potenciará al punto de cometer varias imprudencias que les costará claro.









Tener la guerra de Malvinas como marco histórico no le agrega demasiado a la novela. Podría ocurrir en cualquier otro contexto y la historia no cambiaría. El problema es que Sergio Olguín (1967) no encuentra el tono para tratar la pasión sexual que hay entre Pedro y Fátima. A pesar de que se anima con cierta atmósfera incestuosa, pierde el equilibrio en la cuerda floja que se impuso atravesar donde los genitales están nombrados de manera coloquial en un tono demasiado literario. Pero más allá de esto, tampoco parece importante que la pareja de amantes sean hijastro y madrastra; de hecho, cuando los protagonistas llegan a Villa Gesell, la narración se relaja porque asume la relación de pareja y abandona la forzada subtrama de Malvinas. Es cuando entran en escena los celos (cuando parece que Pedro cede a la tentación con Luna, una quinceañera con demasiada vitalidad), la rutina del concubinato y personajes secundarios entrañables. Ese paréntesis podría haber sido el relato en sí; pero la reaparición de padre de Pedro, la violencia innecesaria (en especial el insólito destino que le toca a Luna) y un cierre endeble anula lo ameno de lo que se venía contando y encalla la novela en una irreversible disconformidad.




Tal vez, si Olguín hubiera confiado únicamente en la pasión de sus personajes (después de todo, que un hijo se enamore/caliente de la mujer de su padre ya es todo un tema en sí mismo) y dejado de lado el contexto histórico (que es demasiado potente como para usarlo de telón de fondo), el resultado hubiera sido otro.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vudú Urbano (Edgardo Cozarinsky, 1985)

  Los primeros relatos de Edgardo Cozarinsky (1939-2024) unidos por la temática del exilio, el ida y vuelta a la patria abandonada (o más bien tendríamos que decir Ciudad de Buenos Aires) y una crítica no tan velada hacia los motivos del exilio (la persecución de la triple AAA) que se extiende a la figura de Perón y Evita que a veces nombra y otras veces no. Pero más allá de cuestionamientos a su mirada política, los relatos no dejan de parecer desahogos personales que están pensados más como diario íntimo que como producción literaria para terceros. Es así como el relato que abre el volumen funciona hasta el momento que aparece el amigo del servicio militar que también era soplón de los militares. La unidad del relato se rompe para dejar paso a una elipsis que Cozarinsky hace pasar por un borroso recuerdo que deja a medio camino el cuento. El resto del volumen sigue en esa lìnea y es una constante repetición de temas que se van acumulando con muy poco entusiasmo tanto de ...

Seis problemas para Don Isidro Parodi (Jorge Luis Borges-Adolfo Bioy Casares, 1942)

Seis relatos donde se juega con tanto con la parodia como los códigos de la novela deductiva y cuyo resultado es por lo menos irregular. El problema básico es que tanto Bioy Casares como Borges pretenden emular a Wilkie Colllins o Chesterton pero carecen de lo que en esos autores era un mèrito: el respeto por los personajes. Para los dos autores todos los personajes que integran los relatos (incluído el mismo Isidro Parodi) son patéticos, víctimas de sus propias torpezas (que no de sus ambiciones u perversiones) o engreídos y merecedores de las situaciones que les comentan a Isidro Parodi para que resuelva desde su celda, encerrado por un crimen que no cometió. En pocas palabras, Jorge Luis Borges (1899-1986) y Adolfo Bioy Casares (1914-1999) se colocan por encima de sus personajes y se divierten moviendo los hilos de sus destinos sin importarles sus motivaciones o intereses. Si el primer relato del volumen ( Las doce figuras del mundo ) sirve como carta de presentación y eso capta el ...

Second Generation (Howard Fast, 1978)

Howard Fast (1914-2003) es un escritor de dilatada trayectoria que en sus últimos años se ubicó cómodamente dentro del género best-seller .  A este género (o sub-género), se ajusta Second Generation . La novela se puede ver como una continuación de The Inmigrants (1977) aunque se puede leer de manera independiente más allá de la familiaridad que se tenga con algunos personajes si uno leyó aquél libro. En este caso, la ubicación temporal se enmarca en las previas a la Segunda Guerra Mundial y en sus cercanos años posteriores para darle lugar a la historia de varios personajes en donde resalta Dan Lavette (un millonario que mordió el polvo en la crisis del 29 y que recupera cierto nivel económico gracias a la Segunda Guerra Mundial), Barbara Lavette, su hija, y Jean Whittier (ex esposa de Dan). Estos tres personajes serán los ejes donde Fast aplica cada una de las reglas del best-seller : ambientes pudientes, personajes planos, situaciones dramáticas, muertes que son lo suficient...

Para quien quiera, pueda o desee aportar