La extensa novela de Colleen McCullough (1937-2015) narra la relación del sacerdote Ralph de Bricassart por Maggie Cleary desde que se ven por primera vez cuando ella tiene 3 años y el 28. Con el tiempo, esa relación terminará por convertirse en un amor que desafía el rol de sacerdote de Ralph y el rol de mujer de Maggie en el duro escenario de Drogheda, una finca australiana.
Colleen McCullough no parece tener en buena estima a los sacerdotes. Ralph de Bricassart es un manipulador que logra salirse con la suya sin importarle demasiado las consecuencias que eso acarrea. Quién mejor lo conoce es Mary Carlson -dueña de Drogheda y familiar del padre de Maggie- quien está enamorada del sacerdote y a la que Ralph manipula y rechaza no tanto por su condición de religioso sino por los 70 años de la mujer.
Pero además de la irónica imagen negativa del macho en la figura de Ralph de Bricassart, en la novela los hombres son casi un elemento que la naturaleza descarta física o metafóricamente: Paddy Cleary es apenas un hombre que embaraza constantemente a su esposa, sus hijos varones terminan siendo nulos en cuanto a sexualidad o reproducción (o muertos o presos), Luke -el marido de Maggie- sólo piensa en el trabajo y aporta únicamente su semen para que Maggie quede embarazada y el hijo de Maggie termina siguiendo el camino del sacerdocio.
Aunque lo mencionado anteriormente pareciera una novela feminista de barricada, no lo es en realidad. McCullough se cuida bastante de humanizar a sus mujeres con defectos y virtudes (la arrogancia y envidia de Mary Carlson, la sumisión de Fiona Cleary, la indecisión de Justine O' Neal), y contrapone ese mundo femenino no tanto para menoscabar al masculino sino para complementarlo.
En síntesis, The Thorn Birds es mejor de lo que los prejuicios pueden llegar a sugerir.
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