Ir al contenido principal

A la sombra del Vaticano (Marcelo Pestarino, 2000)

 




Antonio Ivrea es un profesor de filosofía que no encuentra su lugar en el mundo a pesar de que puede desempeñar su profesión a duras penas y tiene formada una familia con dos hijos. Fortuitamente, el obispado argentino le encargará un ensayo/informe para que reflexione sobre las diferentes interpretaciones que del alma tienen algunas religiones mientras puede participar de una convención religiosa en una universidad de EEUU. Sin embargo, las cosas no saldrán tan bien como se anuncian y la vida se entrometerá en sus objetivos.









La construcción de la novela es antojadiza: hay un innecesario narrador testigo que sólo sirve para cerrar algunos capítulos y poco más (mala lectura de Jorge Asís), parrafadas de reflexiones pseudo profundas que pueden funcionar como ilustración  (en una clara intención de emular a Il nome della rosa (1980) de Umberto Eco) pero frenan el ritmo agregando muy poco a la personalidad de los personajes y un golpe de suerte final (donde la mujer de Antonio hereda campos y negocios de la madre) que reafirma el círculo social donde se mueve el personaje pero que Pestariño no se detiene a describir más allá de algunos personajes secundarios con ínfulas.









Lastrada por la desmesurada ambición de Marcelo Pestarino (1954) en presentar una novela culta donde se tocan todas las (para él) cimas de la alta cultura (Borges, filosofía, psicología) y los personajes disertan con afectación como si fueran la típica caricatura de lords ingleses con un monóculo en el ojo derecho. En contraste, el tono de la novela es casi iniciático, como si el personaje tuviera diez años menos de los treinta y pico que acusa y cuyos problemas de adaptación son vistos como una carga del mundo sobre sus hombros y no una tara del personaje a pesar de que en los renglones de la novela esto se remarca una vez tras otra.


Novela larga y reiterativa, sus resultados quedan sepultados por sus pretenciosidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Romancero Gitano (Federico Garcia Lorca, 1928)

A estas alturas es innegable la sensibilidad y el talento de Federico Garcìa Lorca (1898-1936) para generar momentos conmovedores en sus poesías. Este es el caso de Romancero Gitano , un volumen de poesías que no sólo remiten a ese grupo social sino que es una excelente muestra de su calidad poética. Hay dos poemas que se destacan en el volumen. Uno de ellos es Romance de la luna, luna  es un prodigio de sutileza acerca de la muerte de un niño. El otro es  Thamar y Amnon,  una tragedia con todas las de la ley que Lorca resuelve con una naturalidad impecable.  Igualmente, todas las poesías de este volumen están a un nivel exquisito y representan una de las mejores obras del gran poeta español.

Second Generation (Howard Fast, 1978)

Howard Fast (1914-2003) es un escritor de dilatada trayectoria que en sus últimos años se ubicó cómodamente dentro del género best-seller .  A este género (o sub-género), se ajusta Second Generation . La novela se puede ver como una continuación de The Inmigrants (1977) aunque se puede leer de manera independiente más allá de la familiaridad que se tenga con algunos personajes si uno leyó aquél libro. En este caso, la ubicación temporal se enmarca en las previas a la Segunda Guerra Mundial y en sus cercanos años posteriores para darle lugar a la historia de varios personajes en donde resalta Dan Lavette (un millonario que mordió el polvo en la crisis del 29 y que recupera cierto nivel económico gracias a la Segunda Guerra Mundial), Barbara Lavette, su hija, y Jean Whittier (ex esposa de Dan). Estos tres personajes serán los ejes donde Fast aplica cada una de las reglas del best-seller : ambientes pudientes, personajes planos, situaciones dramáticas, muertes que son lo suficient...

Slowly, slowly in the wind (Patricia Highsmith, 1979)

  Volumen de cuentos de la gran Patricia Highsmith (1921-1995) que tienen como característica estar un poco alejados de la temática habitual de la autora. Los tres relatos que abren el volumen ( El hombres que escribìa libros en su cabeza , La red ) y El estanque ) y el que cierra el volumen ( Por favor, no disparen a los àrboles ) son los tres ejemplos de una Highsmith en otro registro. De los tres, el que mejor resulta es El hombre que escribía libros en su cabeza , la historia de un hombre que dejó de escribir libros físicamente para escribirlos de la manera que el título lo indica. En este cuento, Highsmith logra una emotividad  en la relación padre e hijo insospechada en su obra anterior. En el caso de La red, su mirada optimista suena un poco forzada, como si Highsmith se hubiera propuesto a pesar suyo dejar un mensaje humanista. En cuanto a El estanque tiene un final efectivo acorde con una buena atmósfera. Y  Por favor, no disparen a los àrboles  se pu...

Para quien quiera, pueda o desee aportar