The Old man and the sea es mencionada como la novela
que recupera a un Hemingway maduro y de calidad tras unos cuantos
libros que no estaban al nivel de sus obras más celebradas. La historia se puede ver como una reversión del clásico
Moby Dick (Hermann Melville, 1851) en clave novela corta donde se cuenta la historia de un pescador que insiste en romper su mala racha en la
pesca intentando atrapar a un gran pez espada para llevarlo hasta las
costas cubanas tanto para venderlo como para demostrar que aún mantiene intacta sus virtudes como pescador.
Para esto, Ernest Hemingway (1899-1961) edulcora al personaje de
Santiago, el viejo pescador, con un pátina casi imposible de bondad,
sacrificio y reflexiones que no pasan de lo cotidiano con pasajes
ridículos (el diálogo con el pájaro, por ejemplo). No alcanza para valorar el relato que uno dé por sentado que el personaje del pescador no sea otro que el propio Hemingway cargando con una vejez bastante achacosa que le termina por generar impedimentos a la calidad de vida que el escritor pretendía. Tampoco alcanza que el final
sea hemingwyano, con la abnegación de llevar adelante una lucha desigual de hombros cansados pero con la satisfacción amarga del deber cumplido.
En definitiva, The old man and the sea es un cuento largo correcto pero lejos está de nivel de For whom the bells dolls? (1940).
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